Escribir, tan solos es un libro imprescindible no solo para conocer las diferentes caras de la literaria soledad, sino fundamentalmente para poder interpretar la soledad de tantas y tan grandes figuras de la narrativa universal. A través de los breves ensayos que componen la obra y mediante un lenguaje preciso y desasosegante, Carlos Skliar consigue acercarnos a los estados de ánimo más íntimos del proceso creativo y lector, para poder conocer esta particularidad endémica de las letras contemporáneas:
«La obra es solitaria, y esto no significa que permanezca incomunicable, que le falte lector. Pero el que la lee participa de esa afirmación de la soledad de la obra, así como quien la escribe pertenece al riesgo de esa soledad».
Maurice Blanchot